miércoles, 7 de diciembre de 2011

Smile !

+ Sonríe.
- ¿Para qué?
+ Porque necesito tener un motivo por el cual luchar cada día, para acordarme cada instante de esa sonrisa que me vuelve loca, de esos labios que me besan. Porque necesito saber que eres feliz. Si tú lo estás yo también. Quiero saber que te tengo a mi lado y que eres tú el único que me regala esas palabras que quedan grabadas en mi mente. Me gusta saber que detrás de cada sonrisa, encondes un ''Te quiero'' y simplemente porque me encantas

martes, 6 de diciembre de 2011

Quien no arriesga, no gana.

Quien no arriesga no gana. Te dicen eso y te rompen el mundo en dos. Porque sabes que tienen razón, pero no sabes cómo afrontarlo. Y es que es verdad, quien no juega a la lotería, nunca se hará millonario gracias a ella, quien no se presenta a un exámen jamás lo aprobará, quien no entiende una mirada, jamás comprenderá una explicación.
Pasan las horas, los días, las semanas. Creces y te vas dando cuenta de que la vida no es el juego que pensabas sería de mayor, de que hay que sacrificarse en muchas más cosas de las que pensabas. Que la vida no es tan fácil y tan bonita como la esperabas, que la mitad de las cosas que tienes que hacer ni siquiera te gustan. Pero luego llega ese pequeño momento que lo compensa todo, y entonces tu vida vuelve a ser tan bonita como lo era antes. O eso piensas.
Pero esos pequeños momentos no duran toda la vida, nadie te ha prometido una eternidad de pequeños momentos, y mucho menos alguien pasajero en tu vida, como lo han sido tantas personas que pensaste que no perderías nunca. ¿Pero es que nadie se ha dado cuenta de que en algún momento tiene que llegar esa persona que no será pasajera? ¿esa persona que estará a tu lado el resto de tu vida? ¿o es que eso ya no existe?
Te paras a pensar, das un repaso a tu vida. ¿De verdad ésto es lo que querías? ¿es suficiente lo que tienes para ser feliz el resto de tu vida? Obviamente no. Es más, creo que nunca se es del todo feliz, siempre nos falta algo, pero se puede vivir muy agusto en determinadas circunstancias. Nos encontramos ahora ante el problema de encontrar las circunstancias adecuadas. Creo que es el mayor quebradero de cabeza, que muchos no saben ni lo que quieren. Y otros, aún teniendo lo que les haría felices, no saben apreciarlo y, simplemente, lo dejan escapar.
Pequeñas cosas que te hacen reflexionar y plantearte que tus situaciones personales no son únicas, que casi todo el mundo vive tus mismas historias. A veces nos cegamos tanto en nuestros problemas que ni siquiera nos damos cuenta de que estamos rodeados de gente intentando resolver lo mismo que nosotros. A lo mejor solo hace falta pedir un poquito de ayuda a los demás y dejar el orgullo aparcado en el garaje.
Y todo ésto ¿a cuenta de qué? Pues a cuenta de nada. O quizás sí. A cuenta de lo que alguien me dijo esta tarde, el que no arriesga no gana, pero el miedo al fracaso puede más que cualquier otra cosa, puede más incluso que las ganas de resolver todo ésto de una vez y ser feliz (o infeliz) para el resto de mi vida.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Mamá.

Desde pequeñita mi madre siempre me advertía y por mucho que yo no hiciera caso lo seguía haciendo:- No hagas eso que te caes, y me caía, -no toques eso que te haces pupa, y me hacía daño, -siéntate, y yo me quedaba de pies, -deja eso que lo vas a caer, y yo lo caía, -come que te vas a quedar en los huesos, y yo no comía.
Mamá se daba cuenta de que no le hacía caso pero aun así siempre seguía advirtiéndome por algo de lo que siempre tenía razón ella. Yo creo que tenía la esperanza de que algún día no la llevara la contraria. Con el paso de los años las palabras cambiaban ligeramente: -No bebas que es malo, y yo bebía, -no te juntes con esa gente que son malas influencias, y yo me juntaba a ellos,
Así, durante 16 años, así hasta que, irremediablemente me dí contra la pared. Pero esa pared dura y alta, no como las paredes de cuando era pequeña, no, esta era más difícil de derribar. Y la única manera que encontré de derribarla fue... haciendo caso a mi madre, una de las pocas personas que nunca me va a fallar.
Una madre no es un amigo que pueda irse de nuestra vida, una madre es para siempre, y es cierto que nadie la puede elegir, pero finalmente es MAMÁ, aquella que siempre querrá nuestro bien, que sufrirá por nuestras caídas y que se alegrará por nuestros éxitos.SIEMPRE.
Te quiero, mamá.